Ser pan partido para la vida del mundo

«En la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo. (…)En las personas que encuentro reconozco a hermanos y hermanas por los que el Señor ha dado su vida amándolos «hasta el extremo» (Jn 13,1). Por consiguiente, nuestras comunidades, cuando celebran la Eucaristía, han de ser cada vez más conscientes de que el sacrificio de Cristo es para todos y que, por eso, la Eucaristía impulsa a todo el que cree en Él a hacerse « pan partido » para los demás y, por tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno.

Sacramentum Caritatis 88

Los agentes de Cáritas Diocesana de Valladolid han participado, junto al resto de agentes de pastoral, en la presentación de la Programación Pastoral Diocesana y Envío que tuvo lugar el pasado sábado 26 de septiembre.

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Cáritas, como organismo diocesano, hace propia esta Programación, este año marcada por el Congreso Eucarístico Diocesano convocado por nuestro Arzobispo y por dos acontecimientos de la Iglesia Universal: el Jubileo Extraordinario de la Misericordia y el Sínodo de los Obispos sobre la familia. Hay también dos documentos eclesiales que estarán muy presentes a lo largo del curso: la Encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco y la Instrucción “Iglesia, servidora de los pobres” de la Conferencia Episcopal Española. Todo ello tiene un centro común que da unidad a lo que puede parecer inicialmente una serie de elementos inconexos: la Eucaristía.

Teniendo presentes todos estos acontecimientos y en el marco de la Programación Pastoral Diocesana, Cáritas desarrollará las siguientes líneas de trabajo:

  1. Cuidar la espiritualidad eucarística de las personas que ejercen la caridad en nombre de la Iglesia Diocesana.
    • Celebración de retiros y encuentros desde la espiritualidad eucarística.
    • Espiritualidad eucarística de la caridad en la formación de agentes.
  2. Desde la condición de Pueblo de la Eucaristía, crear o potenciar espacios de acogida, encuentro y comunión, especialmente en las parroquias, para las personas que sufren los procesos de empobrecimiento.
    • Cuidar la acogida en las parroquias, de modo que la persona se sienta querida.
    • Invitar a las personas a participar en la vida comunitaria, también, en su caso, en la celebración.
    • Abrir espacios de encuentro entre las personas en la parroquia y de actuación con niños y personas mayores.
  3. Ser creativos para generar signos eficaces de gratuidad y de caridad en el marco de las obras de misericordia.
    • Acción concreta o gesto desde la comunidad cristiana que sea testimonio de las obras de misericordia como signo jubilar, con especial incidencia en niños y personas mayores.
    • Acción diocesana de caridad como expresión del Congreso Eucarístico.
    • Revitalizar la colecta para Cáritas como signo de la comunicación cristiana de bienes en el ámbito de la celebración de la Eucaristía del Domingo.
  4. Lectura, estudio y reflexión del documento «Iglesia, servidora de los pobres» vinculada a la Encíclica «Laudato Sii» para la concreción de la Caridad que nace del dinamismo eucarístico.
    • Tanto la Escuela de Formación Social como la Asamblea-Jornada anual servirán de presentación y reflexión de estos documentos.
    • Propuesta de profundización para los diferentes equipos de Cáritas.

Además de las acciones específicas organizadas por la entidad, desde Cáritas se animará y promoverá que sus agentes participen activamente en todas las organizadas en los diferentes ámbitos: parroquial, arciprestal y diocesano.

Todo ello para «realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. (…) Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo» (Misericordiae Vultus 15).

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