Digamos basta. Nadie Sin Hogar

Cáritas pide el apoyo de la ciudadanía y de los medios de comunicación para reclamar a las Administraciones una protección social adecuada, justa y digna para todas las personas, conforme a los derechos fundamentales.

La Campaña Nadie Sin Hogar 2021 se enfrenta al tercer año de un ciclo que comenzó en el año 2019 interpelando a la sociedad de forma cercana y personalizada con la pregunta “Y tú, ¿qué dices? Di basta. Nadie Sin Hogar”,con el objetivo de llamar la atención y buscar la complicidad y el compromiso de toda la sociedad, de las Administraciones y de los medios de comunicación, en relación con la realidad que viven las personas sin hogar y la dificultad continuada y permanente que tienen para acceder a los derechos fundamentales.

El lema que presenta este año es “¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege”. “Digamos basta. Nadie Sin Hogar”.

Como comunidad y sociedad estamos llamados a reclamar y denunciar la falta de protección del derecho a la salud, al trabajo, a una vivienda digna y a los servicios sociales para todas las personas, poniendo de relieve que los sistemas de cuidado y protección actuales no están siendo ni los suficientes ni los adecuados para sostener a las personas más vulnerables.

En el día de las personas en situación de sin hogar que se celebra el último domingo de octubre, decimos ¡basta!, pero no sólo; queremos visibilizar y denunciar la realidad de grave exclusión y vulneración de derechos que viven miles de personas en situación de sin hogar en nuestro país, y al mismo tiempo, en clave de esperanza y posibilidad, proclamamos que Nadie Sin Hogar es posible.

Una realidad extraordinaria con mayor impacto en las personas frágiles y vulnerables

La aparición de la Covid-19 y la pandemia sanitaria que hemos vivido y seguimos viviendo, ha desatado una profunda crisis social, económica y humana que ya se constataba a raíz de la crisis de 2008, pero que a partir de 2020 nos ha sumergido en una realidad extraordinaria en la que las personas más frágiles y vulnerables viven con mayor crudeza la desprotección social y el acceso a los derechos humanos fundamentales.

Esta es la realidad que constatamos desde Cáritas y desde las entidades que trabajamos acompañando a las personas sin hogar, una realidad cada día más compleja y difícil para que estas personas puedan acceder a los derechos humanos y a los recursos necesarios para poder vivir con dignidad, y para mantener la esperanza de lograr salir de un círculo de pobreza y de falta de oportunidades que día a día les va asfixiando más.

Reconstruir la vida en un contexto más frágil y deteriorado

La Campaña Nadie Sin Hogar se enfrenta en este tercer año al reto de lanzar su mensaje en un contexto social mucho más frágil y deteriorado. La realidad de las aproximadamente 40.000 personas en situación de sinhogarismo acompañadas por Cáritas y los 2.500.000 personas en situación de extrema vulnerabilidad que existen hoy en nuestro país como consecuencia de los efectos de la crisis, nos pide responder a los retos de esta emergencia humana.

Desde Cáritas Diocesana de Valladolid continuamos adaptando nuestras acciones para acompañar la realidad de estas personas con mayor creatividad y de forma más exhaustiva y personalizada en los centros (Centro de Día de José María Lacort, Centro Social La Milagrosa y Casa de Acogida El Cauce) y viviendas de apoyo residencial. Además de atención a las necesidades básicas, se ofrece acompañamiento social, educativo y psicológico.

Como sociedad necesitamos reconstruir la vida desde el lugar común del nosotros y nosotras encaminado a un cambio de conciencia y de actitud ante el aumento de personas que se ven afectadas por esta desprotección ante el acceso a la vivienda, a la salud, al empleo y a los servicios sociales. Necesitamos cambiar la mirada, el gesto y el compromiso con esta realidad que cada vez viven más personas para hacer posible una nueva normalidad diferente a la que teníamos antes, en la podamos establecer las bases de un nuevo bien común para todas las personas.

¡Digamos basta. Nadie sin hogar!