Quinto principio del Decálogo Verde de la Campaña "Si cuidas el planeta, combates la pobreza" inspirada en la Encíclica "Laudato Si'".
Este principio pretende hacernos caer en la cuenta de la necesidad de una conversión personal, comunitaria, eclesial, si pretendemos poner en práctica un nuevo estilo de vida más atento a las necesidades de las demás personas y del planeta.
La propuesta es un estilo que está en la ráiz del mensaje y la vida de Jesús para acercar el Reino y responder así al sueño de Dios sobre la humanidad y la tierra entera.
Una conversión movilizadora de un cuidado generoso y lleno de ternura hacia toda la Creación, que implica gratitud y gratuidad, la amorosa conciencia de nuestra conexión con el resto de criaturas.
Esa conversión debe trascender nuestra propia persona, alcanzar a la comunidad y a la Iglesia toda. Una conversión comunitaria cuyos frutos serán la acogida, el respeto por los demás y por la naturaleza, con sus rítmos y necesidades, la construcción de unas sociedades donde se respire cordialidad, la inclusión, la defensa de los derechos humanos.
Recorramos este camino de conversión "ecológica" confiando siempre en que, a nuestro lado, Dios, y el mismo Jesús, nos guían y acompañan con su luz.