Cáritas reclama dignidad para quienes viven en la calle

Reivindica  visibilidad para estas personas, porque «si no te veo, no te reconozco»

Bajo el lema “Por Dignidad. Nadie Sin Hogar” se celebra el domingo 27 de noviembre el Día de las Persona sin Hogar, una jornada que se convoca en España desde hace 24 años y a la que se suma Cáritas Diocesana de Valladolid

En esta edición, la Campaña organizada para esa jornada incide en la dignidad de toda persona por el simple hecho de serlo. Para ello, se lanza a toda la ciudadanía una propuesta para construir un modelo de sociedad diferente, que ponga a las personas y su dignidad en el centro y haga realidad lo que hoy parece imposible: que toda persona viva con dignidad en un hogar propio, en paz y permanente.

cartel-nadie-sin-hogar-2016-pequenosinlogo “Hazme visible”

En la imagen diseñada para el Día de las Persona sin Hogar 2016, se destaca la invitación “Hazme visible”, pues un elemento fundamental para defender la dignidad de las personas sin hogar es reivindicar su visibilidad, ya que si no te veo, si no te reconozco, no puedo reconocerme en ti, no puedo poner en valor la dignidad que nos une e iguala como seres humanos”.

El reto que supone construir una sociedad del bien común, que realmente ponga a las personas en el centro, exige de todos que seamos capaces de vivir la dignidad como un proceso de ida y vuelta, que reconozca que “tu dignidad es la mía, y que yo también me dignifico como persona a través de ti”.

Por ello, la Campaña hace una propuesta concreta a la ciudadanía: – Impulsar la visibilidad y el reconocimiento de las personas en situación de sin hogar a través de un gesto que amplíe nuestra mirada cotidiana hacia las personas en situación de sin hogar, que nos saque de la situación de sin hogar, que nos saque de la cómoda miopía en que vivimos, una mirada movilizadora de dignidad y derechos.

Descarte social desde la vivienda y el hogar

La Campaña denuncia el proceso de descarte que tiene lugar en una sociedad donde existen personas en situación de sin hogar y se acumulan los casos de quienes sufren la amenaza de perder su vivienda o pierden el derecho a habitar una vivienda y son desahuciadas.

Testimonio real

Entre los materiales editados para esta Jornada se recoge en testimonio real de una persona que ha pasado por una situación de sinhogarismo, que escribe una reflexión de su puño y letra sobre “la dignidad perdida por las personas sin hogar, que es sin lugar a dudas, la dignidad de todos”.

“Si permitimos que haya personas en la calle, sin hogar, sin derechos, en exclusión social –escribe su autor—, estamos permitiendo la indignidad humana, lo inmoral, el rechazo de nuestros semejantes, que en realidad somos nosotros mismos”.

En su relato sobran motivos para la queja, ya que “es noticia cualquier cosa y sin embargo no es noticia que un 28,6% de la población esté al borde de la exclusión social. Que las personas se mueran en la calle, pasando hambre, frío, enfermedades y otras necesidades del alma; y no mueren dejados de la mano de Dios, mueren dejados de la mano de sus semejantes: las personas”.

A modo de postdata se lee: “Si asistimos impasibles al robo de la dignidad de las Personas sin Hogar, estaremos perdiendo el respeto hacia nosotros mismos, por no sembrar el respeto que quisiéramos para nosotros y para generaciones venideras. El respeto de los derechos humanos no nace en un libro, en un filósofo, o en una utopía, nace de nuestro propio respeto”.

Nuevo trienio de Campaña

Después del quinquenio 2010-2015, la Campaña comienza un nuevo período (trienio 2016-18) donde el eje de propuesta y denuncia se va a situar en la construcción de un modelo de sociedad diferente que ponga a las personas y su dignidad en el centro.

“No queremos una sociedad de personas sin derechos, de expulsiones, de descartes o de exclusión radical”, explican los responsables de la Campaña. “Frente al individualismo creciente, al anonimato en que vivimos, a la indiferencia ante la realidad del otro, desde la Campaña “Nadie Sin Hogar” llamamos a ser en común: porque mis derechos son tus derechos, porque las situaciones que atentan a la dignidad de cualquier persona ponen en cuestión mi propia dignidad”, añaden.

La Campaña en Valladolid

ps_sh_16_cartelactividad2Cáritas Diocesana de Valladolid ha organizado diferentes actos con motivo de esta Campaña que comenzaron con una charla el día 21 de noviembre de D. Enrique Domínguez. Técnico de Vivienda y Personas Sin Hogar de los Servicios Generales de Cáritas Española. Domínguez describió en su intervención cómo ha evolucionado el sinhogarismo y las diferentes respuestas que se están ofreciendo en estos momentos.

Antes de la charla realizó una visita a los diferentes centros de Cáritas Diocesana de Valladolid en los que se atiende a las personas sin hogar.

La semana, después de desarrollar un amplio programa de actividades con los participantes en los diferentes programas y proyectos, concluirá con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de María Milagrosa en la que durante el año Jubilar de la Misericordia ha estado abierta la Puerta de la Caridad.

La atención a las personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Valladolid

Para Cáritas Diocesana de Valladolid es una prioridad la atención a las personas sin hogar, que son el rostro más duro y visible de la exclusión social.

El Programa “Volver a ser” articula los diferentes programas y proyectos que Cáritas Diocesana pone al servicio de las personas sin hogar y en exclusión residencial. A lo largo del año 2016 ha destinado a esta finalidad 516.558,41, de los que más del 55 % procede de fondos propios y el resto de colaboraciones de las administraciones local, autonómica y general.

Los proyectos que concretan este programa dirigido a atender, acompañar y ofrecer alternativas a las personas sin hogar de Valladolid son los que se señalan a continuación. Se indica el número de participantes en cada uno de ellos en el año 2015:

  • Orientación social: 304 personas. Dos trabajadoras sociales atienden las necesidades que les plantean personas sin hogar, acompañan en la realización de gestiones y orientan hacia diferentes servicios.
  • Centro de baja exigencia José Mª Lacort: 346 personas. Reciben servicios básicos como acogida, desayuno, ropero, lavandería, higiene personal, consigna, estancia diurna.
  • Centro Social “La Milagrosa”, en colaboración con los Padres Paules, ubicado en la Parroquia de María Milagrosa: 450 personas. Dispone de un comedor social los domingos y festivos y de un Centro de Higiene con peluquería, lavandería y duchas.
  • Centro de Día “Betania”, en colaboración con la unidad parroquial San Ildefonso-Sagrada Familia: 23 personas. Ofrece un espacio de acogida, estancia y realización de actividades a personas de cierta edad que tienen resuelto el alojamiento y unos pequeños ingresos.
  • Casa de Acogida “El Cauce” y viviendas Tuteladas. 27 personas. Los participantes desarrollan un proceso socioeducativo de recuperación personal en el que rehacen su proyecto vital.

Además hay una coordinación estable y permanente con las administraciones públicas y las entidades del tercer sector que en Valladolid atienden a este colectivo, con la finalidad de prestar un mejor servicio a las personas y optimizar recursos.

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