Fin de curso

El director de Cáritas Diocesana de Valladolid, Guenther Eduardo Boelhoff despide un curso poco normal.

No recuerdo exactamente aquella película que terminaba con un plano de la protagonista mirando a través del espejo retrovisor el paisaje que dejaba atrás, captando todo lo vivido en la historia que nos contaba el film. ¡Qué paisaje deja Covid 19! Personas que no han vuelto a su puesto de trabajo porque aún no salieron del ERTE; negocios cerrados definitivamente; economía que no acaba de reactivarse; niños sin campamentos; programaciones de actividades suspendidas a la espera de saber qué exigencias va a imponer la nueva normalidad; cansancio emocional generalizado y poca alegría en las calles. ¡Qué largo se nos está haciendo el pasado!

Sobre el paisaje que dejamos atrás van pasando los títulos de crédito de nombres de cientos de personas que compartieron su trabajo, su tiempo, su donativo a nuestra CARITAS NO CIERRA para reducir los daños de este virus tan canalla. Al leer sus nombres, la mirada expresa profundo agradecimiento.

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Y el coche de aquella película avanza hacia un horizonte. Y ese cielo que nos sale al camino tiene nubes sugiriendo incertidumbre: nos preocupa intuir que estamos ante una crisis de largo recorrido que ya está provocando que se multipliquen las personas y familias en situación de vulnerabilidad y precariedad.

Todo apunta a que “esta película” tendrá continuación. Cáritas Diocesana opta por COMUNIDAD 2020, que podéis conocer en www.comunidad2020.es, como el modo de estar que queremos, para acompañar a las personas. PRETENDE SER UNA DE LAS RESPUESTAS QUE NUESTRA IGLESIA QUIERE DAR EN ESTE TIEMPO.

Por eso, si te fallan las fuerzas, si la crisis te está estrangulando, si buscas una mano tendida para ayudarte a levantar de nuevo, si conoces personas que están viviendo esto, recuerda que Cáritas está abierta: igual que los hermanos se ayudan, igual que el amigo acude en la noche, queremos ser comunidad que acoge, escucha, comprende y alienta. Que la solidaridad no se fatigue. Porque CADA GESTO CUENTA.